Semana Económica. (Por: Ricardo V. Lago) Tuve un extraordinario profesor en la Universidad de California, Harold Demsetz, cuyas primeras palabras al inicio del curso eran: “Adam Smith escribió La Riqueza de las Naciones hace dos siglos, el primer y último tratado riguroso de economía”. Pues bien, en su libro publicado en 1776, Adam Smith se refiere al Perú o Lima en 27 párrafos [1], a Boston o Nueva York o Filadelfia en tan sólo 12 en total y a México en 11. Sobre Londres escribe en 82 párrafos. Está claro que del siglo XVI al XVIII, Lima fue la ciudad más importante de las Américas y una de las más importantes del mundo.
Dejo a los historiadores la identificación de las causas del declive que se inicia en las postrimerías del virreinato. Pero lo cierto es que en los ochenta había días en que Lima se parecía más a Phnom Penh en la víspera de la llegada al poder de los jemeres rojos que al centro de gravedad hemisférico que fue en su día dos siglos antes. El caos económico era total, como lo era la amenaza inminente de que se instaurara un estado maoísta.
El proceso de reforma económica de las últimas dos décadas –durante cuatro sucesivos gobiernos de diversos signos y que en su conjunto representaban a la mayoría de la población– ha dado un vuelco brusco a la decadencia. En los albores del nuevo milenio, justo en el peor momento de la economía internacional desde los treinta, la economía peruana aguanta sin entrar en recesión, sin crisis cambiarias ni financieras, sin quiebras en cadena de empresas, ni aumento apreciable en el desempleo. Es más, su desempeño económico logra que, en uno de los años más difíciles de nuestras vidas, el 2008, otros 765,000 peruanos más consigan sobrepasar la línea de pobreza en el cortísimo plazo de 12 meses.
Si no lo estropean los políticos, los mercantilistas, o los ideólogos radicales: ¡Esto no hay quién lo pare! La economía peruana seguirá el camino de los llamados tigres asiáticos –con los que cada día se integra más comercial y financieramente– posicionándose como una de las economías más dinámicas del planeta.
A continuación presento un Decálogo de claves que, a mi juicio, explican la fortaleza en tiempos de debilidad global (a modo de "amor en tiempos de colera"). Ilustran cómo el Perú ha mantenido la virtud justo donde más han pecado algunos de los países que han arrastrado al planeta a la debacle financiera total y al borde de la depresión global.
Las claves coyunturales
I . Reservas internacionales del Banco Central de Reserva (BCR). Con US$31,000 millones, las divisas exceden al total de los depósitos en soles y dólares de la banca. Es como si todo el sistema bancario fuera un gran currency board, pero sin la rigidez de estar encadenado a un tipo de cambio fijo.
II. Sector público acreedor neto internacional. Aunque su posición consolidada es deudora (10% del PBI, uno de los ratios más bajos del planeta), el sector público es acreedor internacional, ya que las reservas de divisas del BCR superan a la deuda externa por un monto de US$13,000 millones o alrededor del 10% del PBI.
III. Sistema financiero solvente y liquido. Modesto en tamaño (40% del PBI ), pero bien capitalizado ( apalancamiento de 9 a 1 ) y bien supervisado. En términos relativos es 10 veces menor que el del Reino Unido. En estos días de suma y sigue pérdidas bancarias es, más que nunca, aplicable aquello de “small is beautiful”. Prueba suficiente de solidez es que dos bancos peruanos ( primero el Banco de Crédito y un mes después el Continental) fueran capaces de colocar bonos en diciembre del 2008 –por un monto de US$400 millones, equivalente a 1% del balance consolidado de la banca– en un mercado internacional disfuncional y con respiración asistida.
IV. Sistema bancario subhipotecado. Los bancos del Perú tienen en libros tan sólo 100,000 hipotecas por un monto total de US$3,000 millones o 7% de la cartera total. Lo que contrasta con las burbujas inmobiliarias y excesos hipotecarios de los muchos países que han convertido el sistema financiero internacional en un gigante con pies de barro.
V. Margen para políticas anticíclicas. La solidez de los balances del BCR y el Tesoro, así como la favorable posición fiscal y de balanza de pagos, ofrecen al gobierno la posibilidad de acometer nuevas medidas de inversión pública y/o gasto social si empeorara la situación internacional. El país tiene por delante mucho recorrido hipotecario y de inversión en vivienda popular.
VI. Cartera de inversión extranjera. Hay en marcha o puesta a punto proyectos de inversión extranjera por un monto total de US$25,000 millones (lo que es equivalente a la inversión total durante un año), y otros tantos planeados, en concertación o por licitar. La creciente seguridad jurídica y eliminación de trabas a la inversión (que constatan en sus rankings el Banco Mundial, la OCDE y el Foro Económico Mundial de Davos), así como la estabilidad macroeconómica y el libre comercio y mercado han sido los factores clave para atraer inversión extranjera.
VII. Diversificación del portafolio de exportación de metales. Si bien dos tercios de las exportaciones son metales u otros commodities (por ejemplo, harina de pescado), las correlaciones entre los precios algunos de éstos han sido históricamente cercanas a cero o incluso negativas. Por ejemplo, en el período 1970 - 2008 , la correlación entre el precio del oro y el del cobre –productos que conjuntamente representan casi la mitad exportaciones totales– fue 17%.
Las claves estructurales
VIII. Historial de Reformas: 1990-2009. Durante dos décadas, cuatro sucesivos gobiernos –que merecen la felicitación y el respeto por su determinación y coraje en política económica– han emprendido uno de los procesos de reforma más ambiciosos, rápidos y exitosos de la historia de la humanidad, incluyendo en la muestra los procesos de transición de los países de Europa del Este, India e incluso China.
IX. Reducción de los niveles de pobreza. Durante el último quinquenio, la población por debajo de la línea de pobreza se ha reducido en aproximadamente tres puntos de porcentuales por año. Una de las tasas de reducción de pobreza más altas del planeta. Ello explica por qué en los sondeos sobre los tratados de libre comercio, la población se pronuncia, y cada vez más, a favor del actual modelo económico.
X. Bajo riesgo político. Hay consenso, entre tres de las cuatro principales fuerzas políticas, en las líneas maestras de política económica. El sistema electoral presidencial de dos vueltas reduce a mínimos la probabilidad de que salga elegido presidente un candidato antimercado. Sin embargo, un pronunciamiento de la fuerza política restante en favor del actual modelo económico desterraría para siempre el fantasma del populismo y prestaría un gran servicio al país. ¿Lo hará?
[1] Adam Smith . “An inquiry into the nature and causes of the wealth of nations” . London . Printed for W. Strahan and T. Cadell , 1776. El lector puede comprobar los datos utilizando la opción de búsqueda en el sitio de Internet http://www.econlib.org
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viernes, 5 de junio de 2009
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