Mantener la cautela en las inversiones es una de las premisas en el mundo de las finanzas, pero ser demasiado conservador y no tomar riesgos puede tener su costado negativo, e incluso esta decisión extrema podría desembocar en pérdidas de dinero.
Así es, en el mundo de las inversiones, quedarse de brazos cruzados con el dinero propio podría hacer perder su valor. Esto lo saben muy bien los argentinos, que conocen casi a la perfección una palabra que tanto los aterra: la inflación.
La inflación, el peor enemigo del inversor
Hace unos diez años, o tal vez hace cinco, los argentinos conservaban un billete de 100 pesos para vivir por varios días y en la actualidad, con una inflación del 25% anual, ese mismo monto puede gastarse con facilidad un par de horas. Basta con comprar un kilo de carne, una leche y un poco de pan para que ese dinero se haga añicos.
El caso de la Argentina es una evidencia de cómo el poder adquisitivo de sus ahorros pierde fuerza año tras año, por no decir día a día. Por lo tanto, para un inversor, la inflación es muy importante ya que puede llevarnos a perder dinero, aunque no se invierta en ningún activo.
Aferrarse a su dinero en efectivo durante largos períodos de tiempo puede reducir el valor de sus ahorros. Usted puede ser capaz de ganar un 10% de intereses a través de una cuenta de ahorros, pero si la tasa actual de inflación es del 25%, está provocando una pérdida anual de 15%.
Manos a la obra
¿Qué hay que hacer para que esto no ocurra? Hay que poner ese dinero a trabajar, pero sólo en las inversiones que obtienen una tasa de retorno más alta que la tasa de inflación, podría ser una solución al problema.
Pero, en la actualidad, encontrar este tipo de inversiones no es tarea sencilla. Para enumerar algunos de los más recomendados por los asesores están los bonos, los fondos comunes de inversión o fondos mutuos, el sector inmobiliario y hasta el oro, que podrían servir como resguardo de dinero. Estos cuatro activos ofrecen una alternativa en lugar de tener el dinero debajo del colchón, con riesgos no tan altos como ser la compra directa de acciones.
En definitiva, invertir de una manera extremadamente conservadora significa no tomar el riesgo suficiente para vencer a los efectos de la inflación. Hoy existen muchos activos para resguardar su dinero. Algunos son más riesgosos que otros pero la clave para cada inversor es asumir un riesgo suficiente para combatir la inflación sin moverse fuera de su tolerancia al riesgo.
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