El próximo 2 de abril se producirá la reunión entre los países que componen el G-20 en la cual, uno de los temas a tratar es el rol que ha estado cumpliendo el Fondo Monetario Internacional (FMI) -especialmente en situaciones de crisis como la actual- y la posibilidad de realizar reformas al mismo de modo tal de mejorar la eficacia y apoyo del organismo internacional para con los países en crisis.
Una de las iniciativas consideradas de gran importancia es la de otorgarle mayor participación a las economías emergentes (con voz y voto), en la dirección de dicho organismo.
En el escrito referido a la cuestión (paper titulado: "El camino hacia la cumbre, un plan para la recuperación"), en el capítulo quinto dice lo siguiente: "El manejo de las estructuras del Fondo necesitan una reforma, en su directorio y su manejo diario, donde se les dé mayor representatividad, voz y voto a los países en vías de desarrollo. Éste debería ser el punto de inicio para un cambio radical en el organismo".
Entre los países de la región, Argentina se muestra expectante ante la iniciativa de reforma ya que la misma le permitiría volver a pedir financiamiento, posibilidad aceptada también por el ex presidente Néstor Kirchner en cuyo mandato se cancelara la deuda que el país mantenía con dicho organismo internacional de crédito.
En los últimos episodios de crisis desde la crisis asiática, el FMI ha demostrado tener poca capacidad para apoyar a las economías en crisis e incluso para anticipar la posibilidad de ocurrencia de situaciones de crisis, lo cual ha generado una gran polémica en torno a la utilidad de dicho organismo internacional.
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